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La química orgánica o química del carbono se ocupa del estudio de los compuestos orgánicos, que son los que se componen de átomos de carbono e hidrógeno, a menudo combinados con otros como oxígeno, nitrógeno, fósforo, azufre, hierro, magnesio, cloro y otros. Por ejemplo: etanol, etilamina, nitroetano.
La química orgánica presta especial atención a los procesos de síntesis y degradación de este tipo de sustancias, que son las que regulan la mayoría de los procesos vital
- Reacciones de adición. Ocurren adicionando dos compuestos químicos al doble enlace de una molécula insaturada.
- Reacciones de sustitución. Se dan cuando un átomo o un conjunto de átomos en un compuesto orgánico es sustituido por otro.
- Reacciones de transposición. Se dan cuando ocurre una reorganización de la estructura de la molécula inicial para originar otra molécula.
- Reacciones de eliminación. Se dan cuando ocurre una pérdida de átomos o grupos de átomos en una molécula. Como resultado, se pueden obtener compuestos con enlaces dobles o compuestos cíclicos.
- Reacciones de combustión de alcanos. Son oxidaciones rápidas que liberan agua, dióxido de carbono y energía en forma de luz o calor.
- Reacciones de saponificación. Se dan cuando reacciona un ácido graso con una base para obtener jabón y glicerina.
- Reacciones de condensación de compuestos aromáticos. Se dan cuando dos moléculas se combinan para generar una molécula resultante.
La química orgánica está completamente integrada a nuestro quehacer cotidiano y también a muchos procesos de la industria. En el día a día, por ejemplo, al hacer una torta o una pizza, lo que estamos logrando es la fermentación de los hidratos de carbono contenidos en la harina: al leudar la masa se forma gas carbónico, que es lo que le da la aireación a los productos panificados.
La producción de medicamentos, pinturas y barnices, plaguicidas, plásticos, conservantes para alimentos, cosméticos, entre muchos otros, se basa en reacciones orgánicas de diferente tipo (a menudo, bastante complejas).
Estudio de la química orgánica
El concepto de “química orgánica” fue introducido en 1807 por Berzelius, para referirse a los compuestos que procedían de los recursos naturales. Para aquella época se solía pensar que los compuestos relacionados con la vida tenían un componente “vital” que los hacía diferentes de los inorgánicos. Además, se consideraba que no era factible preparar en el laboratorio un compuesto orgánico.